Bogotá, con su ritmo propio y su clima impredecible, volvió a demostrar que el estilo masculino colombiano es referente: la mezcla de códigos locales y referencias globales que hacen de este streetstyle un verdadero espacio de inspiración y propuesta.
Esta serie fotográfica, realizada en exclusiva para Fut-ballers, funciona como un archivo vivo: un testimonio del momento exacto en el que Bogotá deja de seguir tendencias para empezar a dictar un lenguaje visual propio.
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